jueves, 2 de octubre de 2014

Momentos de la evaluación

La clasificación de la evaluación más usada es la aplicada en algún momento del proceso educativo, dentro de esta clasificación existen tres momentos, los cuales son: diagnóstico o de reconocimiento, formativa o de proceso, sumativa o de resultados.

Evaluación diagnóstica o evaluación predictiva.
Este tipo de evaluación se realiza previamente al desarrollo de un proceso educativo, se conoce de dos formas diferentes: prognosis (aplicada a un grupo colectivo) o diagnosis (aplicada a cada alumno). La finalidad de este momento evaluativo es conocer si los alumnos poseen o no una serie de conocimientos que son considerados como prerrequisitos.
Esta evaluación es de dos tipos:

  • inicial: es necesaria la aplicación de instrumentos de evaluación y se realiza de manera única y exclusiva antes de algún proceso o ciclo educativo amplio. De esta evaluación inicial se pueden obtener dos resultados; uno de ellos es que se muestren alumnos cognitivamente competentes o por el contrario alumnos que muestren no poseer las aptitudes cognitivas consideradas como mínimas para continuar con el proceso educativo. De los resultados obtenidos existen también dos soluciones posibles: hacer un ajuste didáctico para lo cual la planeación o programa deben mantener su flexibilidad, la otra posible solución es brindar a los alumnos lecciones propedéuticas o preliminares, donde es necesario incluir al grupo en su totalidad.
  • puntual: el docente interactúa directamente con los alumnos y su finalidad es la de identificar y utilizar continuamente los conocimiento previos de los alumnos; al inicio de una clase, tema, unidad o siempre que se considere necesario, esta evaluación puede incidir en la programación a nivel micro.

PASOS PARA UNA EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA FORMAL:

  • Identificar contenidos principales
  • determinar que conocimientos previos se requieren para abordar
  • seleccione y/o diseñar un instrumento de diagnostico pertinente
  • aplicar el instrumento
  • analizar y valorar los resultados
  • tomar decisiones pedagógicas.
La evaluación diagnóstica puede utilizarse para conocer otro tipo de saberes previos, tales como: expectativas y metas previas, habilidades y estrategias previas, actitudes previas, entre otras. Esta evaluación le ayuda al alumno a conocer qué es lo que realmente sabe, qué es lo que creía saber, reconocer sus modos de razonamiento y conocer que obstáculos o dificultades presenta para comprender ciertos temas.

Evaluación formativa

La finalidad de la evaluación formativa es la de regular el proceso de enseñanza y aprendizaje, importa más comprender el proceso, supervisarlo e identificar los posibles obstáculos o fallas que pudiera tener el mismo, también en qué medida es posible remediar los inconvenientes mediante nuevas adaptaciones didácticas.
Se interesa por conocer las relaciones logradas entre la información nueva a aprender y los conocimientos previos. Dentro de la evaluación formativa existen tres modalidades:
  • Regulación interactiva; es de forma integrada y la regulación puede ser inmediata, se da mediante intercambios entre enseñante y alumnos, estructuración de actividades y tareas necesarias. El profesor interpreta lo que dicen y hacen los alumnos, además decidirá el uso de ciertas estrategias (repetición, rechazos, elaboraciones, recapitulaciones o ejemplos alternativos). Se realiza mediante técnicas de evaluación de tipo informal (observaciones, entrevistas, diálogos).
  • Regulación retroactiva: realiza una evaluación puntual al termino de un episodio instruccional. En cuanto a los resultados, estos demuestran si los alumnos no han incorporado los nuevos conocimientos y el profesor puede notar necesidades. Las soluciones llevan a programar actividades de refuerzo con el fin de reforzar lo que se ha aprendido de forma inapropiada.
  • Regulación proactiva: es para prever actividades futuras y poder profundizar en los aprendizajes. Se pueden reprogramar nuevas actividades para ampliar lo aprendido.
Dentro de esta modalidad se encuentra otra más, la denominada evaluación formadora. La evaluación formadora se dirige a promover que el alumno sea quien aprenda a regular sus propios procesos de aprendizaje por medio de instrumentos de autoevaluación. En este momento evaluativo el alumno participa activamente en la evaluación y también existen evaluaciones complementarias como la coevalución (realizada por el alumno y el profesor) y mutua (realiza por alumnos con otros alumnos). La evaluación formadora puede ser de forma continua o periódica.

Evaluación sumativa o evaluación final.
Se realiza al termino de un proceso instruccional o ciclo educativo cualquiera, provee de información que permite crear conclusiones importantes sobre el grado de éxito y eficacia de la experiencia educativa global comprendida. Además se centra en la recolección de datos, así como en el diseño o empleo de instrumentos de evaluación formal confiables.
En cuanto a su función, es más social que pedagógica pues se relaciona con la calificación, acreditación y certificación. 
Por otro lado, enfatiza el grado de éxito o fracaso que tuvo el alumno en el curso o ciclo que finalizó. Otra de sus finalidades es saber si los alumnos serán capaces o no de aprender otros nuevos contenidos relacionados con los ya evaluados o para obtener conclusiones sobre las experiencias o estrategias pedagógicas propuestas

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